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Las jornadas contaron con la colaboración de las Concejalías de Juventud y de Igualdad

 Altea inauguró la pasada semana las I Jornadas sobre Memoria, Diversidad y Cultura en el Mediterráneo. Un evento que contó con la participación de las Concejalías de Juventud e Igualdad, que de esta manera han querido poner de manifiesto su compromiso y participar en los actos que celebra el colectivo LGTBIQ+ en la celebración del Orgullo Benidorm – La Marina 2022.

Las instalaciones de la Universidad Miguel Hernández acogieron, en la tarde del pasado miércoles día 8, a asociaciones de la provincia con amplia experiencia y activismo en la defensa de los derechos del colectivo LGTBIQ+. La concejala de Juventud, Marta Lloret, fue la encargada de presentar estas jornadas. En su discurso, puso en valor su compromiso personal y político para contribuir a visibilizar y a avanzar en la construcción de una sociedad más justa, igualitaria y diversa, donde no tenga cabida la discriminación a las personas por su orientación sexual o identidad de género.

El acto fue organizado por Ernest Gómez, historiador y formador en materia de diversidad y derecho antidiscriminatorio, y abordó diferentes temas relacionados con los derechos humanos y las libertades públicas del colectivo LGTBIQ+. Asociaciones como el Colectivo Iris, destacaron la necesidad de trabajar desde la infancia, en la educación y en la diversidad, así como en facilitar espacios de escucha y acompañamiento para las chicas y los chicos que sufren discriminación por pertenecer al colectivo.

Los delitos de odio más frecuentes, según un estudio de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), se producen contra la orientación sexual e identidad de género, sin embargo, solo una de cada diez víctimas denuncia; porque todavía hay falta de confianza en la justicia o miedo a la victimización secundaria. Gómez destacó la importancia de formar a la policía en diversidad; por esto, el colectivo Gent&Pol trabaja para acercar la policía a la ciudadanía, especialmente en los centros educativos, «es importante que las personas se sientan protegidas, y si en la Comunidad Valenciana tenemos la Ley 23/2018 de Igualdad de las personas LGTBI que protege nuestros derechos, la policía debe garantizar su cumplimiento y penalizar cualquier acto discriminatorio con el que se incumpla la misma».

La presencia de Amnistía Internacional sirvió para poner énfasis en la necesidad de respetar a las personas que tienen una opción de sexo diferente y de normalizar la diversidad. Su representante recordó que el artículo 1 de la Declaración de los Derechos Humanos reconoce que todos los seres humanos nacemos iguales en dignidad y derechos.

Unos derechos de los que fueron privados homosexuales, lesbianas y transexuales durante la dictadura española; cuando en el año 1954, el dictador Francisco Franco, incluyó en la Ley de Vagos y Maleantes a los homosexuales y travestis que, a partir de ese momento, fueron considerados delincuentes y sufrieron, además de aislamiento social, pena de cárcel. Tal y como relataron el presidente de la Asociación Expresos Sociales, Antonio Ruiz, y Tania Navarro, autora del libro biográfico ‘La infancia de una transexual en la dictadura’, que presentó al público en el segundo día de las jornadas en la librería Mascarat.

Evitar el sufrimiento de las y los menores que se enfrentan a una realidad que sus familias y la sociedad no comprenden, es el objetivo de la Asociación de Madres y Padres LGTBIQ+ SUMANT, y que, en palabras de su representante, Encarna Mayordomo, “trata de acompañar y ofrecer asesoramiento a las familias, de ayudarlas a aceptar esta nueva realidad, de flexibilizar el género sin roles normativos y, en definitiva, de trabajar para erradicar la LGTBI fobia”.

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